EUROPA
PRESS
17 junio
2022
Las
estrías y el sol: ¿se llevan bien realmente?
Llega el verano. Estamos más expuestos
y se nos ven más las estrías que tenemos acumuladas de otros años o cosechadas
de esta temporada de invierno. El caso es que la estría no gusta. Se vive de
mala manera, y a veces son tantas que no se pueden ocultar. ¿Es el verano un
buen momento para iniciar un tratamiento de las estrías? ¿Cómo les afecta el
sol?
"Cuando las estrías ya están constituidas les puede
afectar el verano por la exposición solar. A la estría no le gusta en absoluto
la radiación ultravioleta, ni tampoco a las cicatrices. Las estrías son
cicatrices fruto de un traumatismo tisular, es decir, tejido de alguna parte
del cuerpo que no responde bien ante una determinada tensión, como cuando
engordamos por obesidad o por un embarazo, o bien tras un ejercicio excesivo.
También pueden surgir tras tomar corticoides, que debilitan la piel. Hay zonas
más o menos predispuestas", explica el doctor Víctor García, presidente de
la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (SEMCC).
La predisposición genética, según reconoce el doctor, juega
también un papel fundamental en su aparición, y hace que los tejidos tengan más
o menos capacidad de recuperarse tras estas tensiones tisulares. "Todos
podemos engordar. En esa distensión hay pieles que resisten bien, porque
seguramente genéticamente tienen esa facultad, y otras no, independientemente
de que uno se cuide o no, y por ejemplo en el embarazo se use una crema
específica contra estrías", detalla.
En definitiva, el especialista en Medicina Estética remarca
que el sol puede resultar perjudicial para las estrías, igual que sucede con
las cicatrices: "Cuando están estabilizadas, son viejas, no se pigmentan;
por el contrario, cuando se está generando la estría, esta es roja, cuando se
está formando y rompiendo la dermis, cuando es reciente, se pigmenta mal, con
tendencia a la hiperpigmentación, por una reacción inflamatoria que produce una
alta concentración de melanina".
¿Podemos prevenirlas? ¿Hasta qué punto?
A día de hoy, la forma de prevenirlas es evitando las
situaciones que puedan producirlas, como el engordar sobre todo demasiado
rápido; cuidar de la piel, ponernos la crema regeneradora o hidratante cada
día; o cuando hacemos gimnasia hacerla con intensidad controlada.
El doctor García recuerda aquí que, en la adolescencia,
sobre todo en las mujeres, la piel se fragiliza por su situación hormonal y es
frecuente que aparezcan estrías. "Las posibilidades, por tanto, de
controlar su aparición casi todas radican en no engordan excesivamente",
insiste el experto.
En concreto, detalla que las estrías aparecen en sitios
característicos como el abdomen, la cintura, los muslos, la cara interna de los
muslos, en los brazos, o en la cara interna de los brazos; es decir, en zonas
donde la piel es más débil y se producen acumulaciones de grasa, un grado de
distensión tan rápido, que nuestra piel no puede aguantar.
Ahora bien, el presidente de la SEMCC destaca que las
estrías no son solo cosa de las mujeres, también las padecen los hombres;
aunque en su caso fundamentalmente aparecen en la edad adulta y están
relacionadas con obesidades importantes de hasta 15 kilos, focalizándose en el
abdomen, por regla general. Eso sí, precisa que, en la adolescencia, los
hombres tienen igual riesgo que las mujeres de desarrollar estrías por esa
'revolución hormonal' típica de la edad.
Cómo podemos solucionar las estrías
Así, el presidente de la SEMCC reconoce que las estrías al
100% no se pueden hacer desaparecer, pero sí con la biodermogénesis
se pueden conseguir resultados de hasta un 60-70% de satisfacción.
A la estría roja, a la que se está formando, se la trata de
forma distinta que, a la vieja, según aclara: "La consideración es la
misma que con la cicatriz. Ahí valen las aplicaciones de presión, de parches de
silicona, la inyección de factores de crecimiento, los 'peeling', la
microdermoabrasión; todos ellos estimuladores de la regeneración, y encargados
de mejorar la calidad de la cicatriz y de la estría".
Pero ya cuando esas estrías llevan tiempo, están
consolidadas, lo único que, en su opinión, funciona bien es un procedimiento
llamado 'biodermogénesis', una técnica relativamente
joven, se emplea desde hace menos de una década, y que aúna varios tratamientos:
la depresoterapia (succión de la piel), el paso de
corrientes electromagnéticas que estimulan las células del entorno, y la
microdermoabrasión o un pulido de las capas externas.
Los demás procedimientos, tipo láser y dermofrecuencia
dice este experto que funcionan, pero "a medias" porque, por ejemplo,
según explica, un láser que quita la piel para que salga la nueva soluciona el
problema externo pero no el de la cicatriz; o la radiofrecuencia resolvería
parte del tejido cicatricial pero no la superficie.
"Por tanto, lo aconsejable en estos casos es conjugar
el tratamiento de la superficie con uno reconstructivo de la cicatriz, y en eso
consiste la biodermogénesis", resalta el
presidente de la SEMCC.
En cuanto a si el verano es buena época para hacerse un
tratamiento en este sentido, el doctor García advierte de que todos los
tratamientos que produzcan inflamación, tipo el láser, el 'peeling', la
micropunción, o la radiofrecuencia, no deben emplearse en verano porque
podríamos producir una hiperpigmentación de rebote y tendríamos una coloración
indeseada.
"El único que no produce este efecto no deseado es la biodermogénesis, un tratamiento que actúa reproduciendo los
mecanismos naturales de la regeneración cutánea, y con el que el paciente puede
tomar el sol desde el primer día. Para todos los demás, el verano no es el
mejor momento", sentencia el experto.